Su fachada es barroca de dos cuerpos. El primero consta de una puerta con orejeras coronada por una hornacina que acoge una imagen pétrea de Sta Catalina de Siena; sobre ella un óculo con una vidriera policromada con la imagen de Sta Eulalia. Este cuerpo está flanqueado por dos esbeltas pilastras apegadas al muro. Este volumen aparece separado del superior por medio de una cornisa de la que sale un frontón partido coronado por una torre monumental. El frontón aparece flanqueado por dos pináculos y en el tímpano vuelve a aparecer la santa titular. La torre del campanario fue construida en 1891 (la anterior fue derribada por un rayo en 1889) y consta de tres cuerpos. El primero forma parte del frontón, mientras que el segundo y el tercero lucen una balaustrada de piedra. Las cuatro campanas se sitúan en el cuerpo central, finalizado en altura por una cúpula coronada en pináculo y cruz. En el interior del templo destaca un retablo de piedra labrado por el genio del excepcional escultor Manuel González, autor también de la fuente de la Praza do Bispo, situada en el corazón de la villa. El atrio del templo está ajardinado siguiendo un estilo francés, que engalana distintos restos arquitectónicos procedentes del templo románico, ya desaparecido. Destaca el cruceiro figurado barroco que se levantó en el año 1692.