La secuoya es un árbol de la clase de las coníferas originaria de California, de la que existen varias especies, que puede alcanzar más de cien metros de altura y vivir más de dos mil años. En el monte comunal de Tourón, al igual que en el ayuntamiento de Poio, existe un pequeño bosque formado por unos 40 ejemplares de este árbol que, en su madurez, alcanza un diámetro que, para abarcarlo, son necesarios cuatro adultos. Las sequoyas, que tienen una elevada resistencia al fuego (su corteza es ignífuga, de ahí que su nombre científico sea Sequoia sempervivens, “que vive siempre”), sobrevivieron a los incendios de la década de 1980. Su madera, de grande resistencia, no se pudre, de ahí que sea muy demandada en el sector de la construcción. Una anécdota que ilustra su dureza: los billetes de dólar se hacen con papel procedente de este árbol. El origen de este pequeño bosque americano está en un vivero plantado a principios de la década de 1960 por el Centro de Investigación Forestal de Lourizán (Pontevedra). Su semilla era enviada a otros servicios del estado.