Estamos delante de una capilla del s. XVIII que es fruto de una ampliación del templo anterior. La fachada principal, de grande simpleza, presenta una puerta cubierta por un arco de medio punto y una alta espadaña a modo de coronación; a ambos lados de ella entrada dos pináculos piramidales. En el adro, en el que se yergue un modesto viacrucis, encontramos un crucero de base cuadrada y una única plataforma sobre lo que se levanta un pedestal tronco piramidal con las aristas rebajadas en la parte central. La columna es de sección cuadrada en el arranque, pasando luego a octogonal, y finaliza de nuevo con la misma sección que en el inicio. El capitel, que forma parte del mismo bloque, se adorna con molduras escalonadas y en arista. La cruz sigue en toda la sección de la columna. La fachada luce una curiosa inscripción de 1870 en la que se pide una limosna para la Virgen de los Remedios. En el interior el retablo barroco del siglo XVIII tuvo que ser sustituido por otro moderno. En la hornacina central vemos la imagen de San Miguel acompañado a ambos lados del niño Jesús y la Virgen de los Remedios.