Levantado en el año 1791, está situado detrás del testero, pero dentro del atrio. El capitel de la cruz principal “comienza con una fila de hojitas; del ábaco con lados corvos y esquinas en chaflán salen cuatro volutas que interrumpen una moldura dórica decorada. La cruz es leñosa, de nudos muy marcados y sección cilíndrica, con la parte inferior casi absorbida por el manto de la Virgen (...). El Cristo tiene la cabeza acostada del lado derecho, corona y barba. Se le aprecian costillas, paño púdico atado a la derecha, piernas separadas, ligeramente flexionadas y pies cruzados reposando en una calavera con dos tibias. Los brazos son cortos y, a pesar de tener las manos cerradas, se le nota el clavo, lo mismo que en los pies. La Virgen, nimbada, sostiene en sus brazos al Cristo en una postura difícil, casi sentado en su pierna derecha y con la cabeza muy caída sobre la izquierda, adelantada y alta con respeto a la primera y posando sobre una cabeza de ángel. Viste un manto muy amplio que desde la cabeza le cae hasta los pies, recogiendo las dos figuras dentro de él.” A ambos lados del cruceiro principal, otro crucificado y otra imagen de la Virgen, en esta ocasión cubierta con un manto y los brazos en aspa.