En el que hoy es Galicia, durante el período Neolítico, es decir, entre los años 4.500 y 2.500 la. C, tiene lugar a construcción de millares de mámoas, esto es, de túmulos funerarios de tierra que acogen en su interior diferentes tipos de construcciones –las más conocidas, dólmenes o cámaras megalíticas– que tienen por finalidad acoger enterramientos colectivos. Las mámoas, como estas dos de A Cruz del Brasil, son el primer ejemplo de arquitectura monumental documentada en Europa y uno de los más antiguos del mundo, ya que no había acontecido nada parecido en los 4 millones de años anteriores de evolución del género humano. Las mámoas o túmulos son un producto humano monumental característico por:

1.- Son una obra artificial que implica la movilización del esfuerzo de muchas personas para un fin funerario. 2.- Fueron construidas para ser visibles en el paisaje y para ser perdurables en el tiempo.

La sociedad que levantó este tipo de monumentos tenía una base económica mixta, centrada en la caza de animales, la recolección de frutos y, por vez primera en la historia de la humanidad, la domesticación de animales (el perro, el cerdo, la oveja...) y el cultivo de cereales y hortalizas.